El partido del Mundial de Clubes entre Boca Juniors y el Auckland City de Nueva Zelanda fue suspendido este martes por alerta de tormenta en el estadio Geodis Park, en Nashville.
El juez sueco Glenn Nyberg paralizó el juego en el minuto 54 después de recibir un aviso de que una tormenta eléctrica se avecinaba al recinto deportivo, palco del tercer y último encuentro de ambos equipos en el Grupo C.
La suspensión tuvo lugar dos minutos después de que el semiamateur equipo neozelandés, cuyos jugadores son estudiantes, profesores o agentes inmobiliarios, empatara con un cabezazo del central Christian Gray en un córner.
En el retorno del atacante uruguayo Edinson Cavani, de 38 años, ausente en los partidos previos por lesión, los xeneizes de Miguel Ángel Russo se habían adelantado a través de un autogol del portero Nathan Garrow a los 26, también en un cobro de tiro de esquina.
Con el inesperado empate parcial frente a un adverario que en los dos encuentros previos encajó 16 goles, el popular club argentino se despedía del Mundial de Clubes.
Para pasar a octavos de final, Boca precisa golear y que el Benfica de Portugal caiga por un marcador abultado contra Bayern de Múnich, en un juego que se disputa en simultáneo en Charlotte.
El de este martes no es el primer cotejo del Mundialito que es interrumpido por cuenta de climas adversos.
Los protocolos de seguridad pública en Estados Unidos exigen la suspensión de los eventos deportivos al aire libre durante al menos 30 minutos si se observan rayos o se escuchan truenos.
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